miércoles, 25 de abril de 2007







B. EL COLOR CONNOTATIVO “EL MUNDO DE LAS VARIACIONES PSICOLÓGICAS”

El color incorpora aquella clase de valores que no están presentes en la realidad visible ni en sus imágenes más pretendidamente “realistas”. La connotación es la acción de factores no descriptivos ni explícitos, sino precisamente psicológicos, simbólicos o estéticos, que suscitan un cierto lenguaje universal de acuerdo a la subjetividad y codificación de los diferentes colores y de la sensibilidad de quien lo percibe.

De este modo aparecen dos categorías básicas, el color psicológico y el color simbólico.


EL COLOR PSICOLÓGICO:

En este caso la forma puede ser parte del poder comunicativo del color o ser totalmente independiente a ella, las diferentes impresiones que emanan del ambiente creado por el color, que pueden ser de calma, de recogimiento, de plenitud, de alegría, opresión, violencia... La psicología de los colores fue ampliamente estudiada por Goethe, que examinó el efecto del color sobre los individuos:

EL BLANCO:
Como el negro, se hallan en los extremos de la gama de los grises. Tienen un valor límite, frecuentemente extremos de brillo y de saturación, y también un valor neutro (ausencia de color). También es un valor latente capaz de potenciar los otros colores vecinos. El blanco puede expresar paz, soleado, feliz, activo, puro e inocente; crea una impresión luminosa de vacío positivo y de infinito. El blanco es el fondo universal de la comunicación gráfica.

EL NEGRO:
Es el símbolo del silencio, del misterio y, en ocasiones, puede significar impuro y maligno. Confiere nobleza y elegancia, sobre todo cuando es brillante.

EL GRIS:
Es el centro de todo, pero es un centro neutro y pasivo, que simboliza la indecisión y la ausencia de energía, expresa duda y melancolía.
Simbólicamente, el blanco y el negro, con sus gradaciones de gris, son del color de la lógica y de lo esencial: la forma. Por otra parte, el blanco y el negro junto con el oro y plata, son los colores del prestigio.

Los colores metálicos tienen una imagen lustrosa, adoptando las cualidades de los metales que representan. Dan impresión de frialdad metálica, pero también dan sensación de brillantez, lujo, elegancia, por su asociación con la opulencia y los metales preciosos. Una imitación debe evocar la imagen subyacente de valor, puesto que de lo contrario se conseguirá un efecto contraproducente, y dará la impresión de falsificación, de baratija.

EL AMARILLO:
Es el color más luminoso, más cálido, ardiente y expansivo. Es el color del sol, de la luz y del oro, y como tal es violento, intenso y agudo. Suelen interpretarse como animados, joviales, excitantes, afectivos e impulsivos. Está también relacionado con la naturaleza.

EL NARANJA:
Más que el rojo, posee una fuerza activa, radiante y expansiva. Tiene un carácter acogedor, cálido, estimulante y una cualidad dinámica muy positiva y energética.

EL ROJO:
Significa la vitalidad, es el color de la sangre, de la pasión, de la fuerza bruta y del fuego. Color fundamental, ligado al principio de la vida, expresa la sensualidad, la virilidad, la energía; es exultante y agresivo. El rojo es el símbolo de la pasión ardiente y desbordada, de la sexualidad y el erotismo. En general los rojos suelen ser percibidos como osados, sociables, excitantes, potentes y protectores.
Este color puede significar cólera y agresividad. Asimismo se puede relacionar con la guerra, la sangre, la pasión, el amor, el peligro, la fuerza, la energía... Estamos hablando de un color cálido, asociado con el sol, el calor, de tal manera que es posible sentirse más acalorado en un ambiente pintado de rojo, aunque objetivamente la temperatura no haya variado.

EL AZUL:
Es el símbolo de la profundidad. Inmaterial y frío, suscita una predisposición favorable. La sensación de placidez que provoca el azul es distinta de la calma o reposo terrestres, propios del verde. Es un color reservado y entra dentro de los colores fríos. Expresa armonía, amistad, fidelidad, serenidad, sosiego... y posee la virtud de crear la ilusión óptica de retroceder. Este color se asocia con el cielo, el mar y el aire. El azul claro puede sugerir optimismo. Cuanto más se clarifica más pierde atracción y se vuelve indiferente y vacío. Cuanto más se oscurece más atrae hacia el infinito.

EL VIOLETA:
Es el color de la templanza, de la lucidez y de la reflexión. Es místico, melancólico y podría representar también la introversión. Cuando el violeta deriva el lila o morado, se aplana y pierde su potencial de concentración positiva. Cuando tiende al púrpura proyecta una sensación de majestad.

EL VERDE:
Es el color más tranquilo y sedante. Evoca la vegetación, el frescor y la naturaleza. Es el color de la calma indiferente: no transmite alegría, tristeza o pasión. Cuando algo reverdece suscita la esperanza de una vida renovada. El verde que tiende al amarillo, cobra fuerza activa y soleada; si en él predomina el azul resulta más sobrio y sofisticado.

EL MARRÓN:
Es un color masculino, severo, confortable. Es evocador del ambiente otoñal y da la impresión de gravedad y equilibrio. Es el color realista, tal vez porque es el color de la tierra que pisamos.


Cada dimensión del color está relacionada con una reacción diferente. Por ejemplo, cuanto más se satura un color, mayor es la impresión de que el objeto se está moviendo. Cuanto más brillante es el color, mayor es la impresión de que el objeto está más cerca de lo que en realidad está. Las tonalidades de la parte alta del espectro (rojo, anaranjado, amarillo) suelen ser percibidas como más enérgicas y extravertidas, mientras que las de las partes bajas (verdes, azules, púrpuras) suelen parecer más tranquilas e introvertidas. Los verdes y los azules se perciben calmados, relajados y tranquilizantes. A la vez, los rojos, naranjas, y amarillos son percibidos como colores cálidos, mientras que los azules, verdes y violetas son considerados colores fríos. Las diferentes tonalidades también producen diferentes impresiones de distancia: un objeto azul o verde parece más lejano que un rojo, naranja o marrón.

Entre los usos funcionales del color psicológico se debe destacar su aplicación en los ambientes de trabajo en fábricas, oficinas y estudios técnicos. Un código de colores suaves relajantes y también estimulantes se aplica de modo bastante normalizado, lo que se conoce en el mercado como tonos pastel son recomendados para crear ambientes frescos o calidos.

El color psicológico puede aumentar la luminosidad, acentuar un ambiente acogedor, equilibrado, íntimo o dinámico. La colaboración del diseñador, el interiorista y el luminotécnico, es indispensable en los casos en los que el principio de la psicología del color puede transformar el entorno en provecho de una buena comunicación ambiental.

EL COLOR SIMBÓLICO:

Si el color psicológico es una sensación, se comprenderá que es producto de una operación sensible –diferente a la operación racional- Por su parte, el color simbólico constituye una codificación, pasando de un fenómeno de lo sensible y espontáneo a ser un fenómeno cultural.

Un símbolo es un elemento sensible que esta en lugar de algo ausente y que no hay entre ambos una relación de causa. Aparece así una relación convencional. El simbolismo de los colores se extiende a áreas del saber diferentes, desde la poesía, la moda, la literatura, el teatro, las artes visuales el folklore y la etnografía.


Como ejemplo, veamos los significados de algunos colores en el catolicismo que en nuestro país sería la religión que emplea el color como un aspecto simbólico muy característico y particular de sus ritos:

Blanco:
Pureza, luz, expresa la alegría y la inocencia, el triunfo, la gloria y la inmortalidad. Se emplea en las fiestas del Señor, de la Virgen, de los santos ángeles y de los confesores en las ceremonias nupciales.

El rojo:
Simboliza el fuego, la sangre y el amor divino. Se utiliza en las fiestas del Espíritu Santo, iluminando la llama del amor divino, y en las fiestas de los Mártires, en la Pasión, y el Pentecostés.

El verde:
Significa la esperanza, los bienes que han de venir, el deseo de vida eterna. Es el color propio del año eclesiástico y de gran número de fiestas, así como de ciertos domingos antes de Pentecostés.

El Negro:
Representa el luto y se reserva para las misas de difuntos y el Viernes Santo.

El Violeta:
Es la enseña de la penitencia. Se emplea por el Adviento, en Cuaresma, en las Vigilias y Cuatro Tiempos, Septuagésima y Rogaciones.

Además de estos cinco colores litúrgicos, se utilizan también el Amarillo, para la fiesta de San José, y el Azul, color del cielo, para las fiestas de los ángeles.

Pero si nos fijamos en la iglesia anglicana, observamos que los mismos colores significan cosas diferentes de las anteriores: Rojo, caridad, mártires de la fe. Verde: contemplación, bautismo. Azul: esperanza, amor de las obras divinas, sinceridad, piedad, paz, conciencia, prudencia cristiana, amor a lo bello. Amarillo: los confesores. Púrpura: dignidad de la justicia. Oro: gloria, potencia. Gris: Tribulaciones.

El significado del color puede cambiar en los diferentes países. En China el rojo se asocia con las bodas y representa buena suerte y en la India este color está unido a la caballerosidad. Tradicionalmente se relaciona con los celos, la envidia, la adolescencia, la risa y el placer, e incluso en algunos casos se le denomina como el color de la mala suerte.

Por otro lado un color amarillo suave y cálido incita también a la concentración y el dinamismo. En algunas religiones como en la china, el amarillo es un color Sagrado, sin embargo en otras no significa nada trascendental.

El simbolismo de los colores es aplicado al ámbito comercial, publicidad o comunicación de productos. El rojo coca cola se asocia a la euforia, la exaltación y la vitalidad, el amarillo Kodak significa la luz, el azul de sanitas evoca la calma y la higiene o el naranja de jugos artificiales (naranja – zum) significa energía.


EL COLOR ESQUEMÁTICO:

“EL MUNDO DE LOS CÓDIGOS Y DE LO ARBITRARIO”

Aquí consideramos el color extraído de su contexto, icónico o denotativo, y reflexionaremos sólo en cuanto a su materialidad cromática. Se convierte así en una propiedad autónoma, utilizable para los objetos de diseño y los mensajes gráficos. El color esquemático es combinable infinitamente con todos sus tonos y matices, pero siempre color plano.

El color esquemático proviene del uso en la heráldica, donde el color "distintivo" de los escudos permitía identificar a los caballeros entre la multitud.

Podemos encontrar éstas simbologías que hoy día, algunas se mantienen vigentes:

Azul: le lealtad, la justicia, la fidelidad. La buena reputación y la nobleza.
Rojo: significa el amor, audacia, valor, coraje, cólera, crueldad.
Verde: el honor, la cortesía, el civismo, la esperanza y el vigor.
Púrpura: representaba la fe, la devoción, la templanza y la castidad.
Negro: luto, la aflicción.
Dorado: la sabiduría, el amor, la fe, las virtudes cristianas y la constancia.
Plata o blanco: la prudencia, la inocencia, la verdad, la esperanza y la felicidad.
Naranja: inestabilidad, disimulo e hipocresía.
Marrón: penitencia, pena, la traición y la humildad.

Los colores de las naciones, escudos y banderas, tienen también orígenes perdidos en el Tiempo, y siguen la misma lógica del color puro, plano y saturado. Lo mismo nos ocurre con las señ­ales de tráfico.

Todo lo que hemos comentado hasta ahora de los colores ha sido teniéndolos en cuenta individualmente, pero cuando realizamos una utilización del color combinando una gama, nos encontramos con que las significaciones cambian, eclipsando las asociaciones de los colores que lo componen. Es frecuente que una combinación de colores evoque una imagen muy específica.

Las combinaciones de colores también pueden despertar determinados significados por su asociación con las banderas nacionales. Así, en muchos productos se utiliza una combinación de color que nos puede evocar la nacionalidad de ese producto, haciendo más fácil su identificación y origen de producción.


EL COLOR SEÑALÉTICO:

La variable señalética saca del color toda su potencia esquemática, para convertirse en la base del repertorio sígnico de un código fuertemente sensitivo: el código señalético. Se aplica para señalizar, es decir, para incluir señales al mensaje gráfico para centrar la atención en determinados puntos. Marca la presencia y el rol de ellos. Estos colores siguen la señalización utilizada en la circulación rodada, en el código aéreo y marítimo. Se tratan, por tanto, de colores de alta saturación y que son empleados en su condición de "planos", en su grado de mayor esquematización y visibilidad.
Los colores de base de seguridad codificados universalmente para la industria son:

Amarillo: peligro.

Rojo: parada absoluta. Material de incendio.

Verde: vía libre. Puestos de socorro.

Blanco y negro: trazados de recorrido.

Azul: para atraer la atención.

Naranja: precaución o rescate.

martes, 10 de abril de 2007

COLOR EMBLEMATICO

Color con una carga simbológica de acuerdo a cada lugar (en este caso paises)

COLOR ICONICO

Color del natural, tal cual, sin ninguna alteración

Madonna

video con manejo de color fantasioso, saturado.

SENSACIÓN Y COLOR

Sensación producida por los colores en una transcición (lo ideal es cargar el total del video y reproducirlo de principio a fin, con su respectivo audio)

COLOR SATURADO

Color en su maxíma expresión (color plano)

COLOR FANTASIOSO

Animación que utiliza el concepto de colores fantasiosos en una espiral.